ReputAcción Corporativa

Mucho se habla de la importancia del trabajo en Reputación Corporativa, pero ¿Cuánto hacen las compañías por lograr un colchón reputacional sólido? ¿Hay interés por invertir en estrategias a largo plazo que fortalezcan ésta área? Desde MGC pensamos que sí, aunque aún queda un largo camino en cuanto a que las áreas que gestionan la reputación logren comunicar su trabajo para que se interprete de forma correcta por los distintos stakeholders.

Según un Estudio de Reputación Corporativa que realizó Ipsos Chile en 2022, el 84 por ciento de los ciudadanos esperan que los puestos de liderazgo se involucren más en los asuntos relevantes del país, lo que nos habla claramente respecto a  la expectativa que las personas tienen de las empresas y, sobre todo, de los tomadores de decisiones.

En estos tiempos, donde la tecnología y el acceso a la información están al alcance de la mano, se espera mucha coherencia de las empresas cuando hablan del cuidado del medio ambiente o de las comunidades. Es decir, cuando resaltan la propuesta de valor que publican año a año en sus reportes de sostenibilidad, se espera que ésta sea consistente en la acción y no sólo en las palabras. 

Platón decía que “no hay mayor perfección en el malo, que el parecer bueno no siéndolo”, y eso es justamente lo que desde las áreas de reputación corporativa, no queremos, porque más allá de parecer, lo que exige la opinión pública hoy, es ser.

Hoy las comunidades y en especial las nuevas generaciones, exigen a las empresas que gestionen lo prometido. Que inviertan en su propuesta de valor, en su Reputación Corporativa, pero no sólo desde el relato, sino desde hechos concretos que sean contados, además, por sus propios protagonistas.

Quienes entiendan esto, lograrán construir un colchón reputacional sano, además de diferenciarse frente a su competencia, aportando también a su hoja de vida profesional en la industria de comunicaciones. Pero, lo más importante, habrán contribuido a mejorar la calidad de vida de las personas.

Entonces, la invitación es a reflexionar respecto a cuál es el valor de la reputación de tu empresa, en qué fase de desarrollo está en cuanto a su gestión y qué acciones concretas y reales podrían ser la punta de lanza del trabajo comunicacional.

Así, la primera pregunta es cuál es tu camino, y la segunda, cuál será la mejor estrategia para transitarlo. La respuesta a ambas, eso sí, está absolutamente ligada a alejarnos del malo de Platón, es decir a no quedarse en la promesa, sino que pasar a la acción.