
Relaciones Públicas en época de elecciones: ¿cómo blindar la reputación de las empresas colombianas?
Cada vez que se acercan las elecciones en Colombia, la percepción ciudadana se polariza, y también entran en furor las pasiones, convicciones y el aumento de fake news que circulan por la web, lo cual crea un ambiente mediático donde, para las compañías, la neutralidad y la imparcialidad se perciben como valores difíciles de alcanzar.
Según la más reciente encuesta Invamer, Colombia sigue siendo un país dividido en sus ideologías políticas. El 32,3 % se inclina a la derecha, el 25,4 % se considera de centro y el 18,6 % de izquierda.
En esta álgida coyuntura, el ejercicio de PR o Public Relations, adquiere un rol estratégico: evitar que la marca sea instrumentalizada o malinterpretada, ya que acciones de responsabilidad social empresarial como donaciones o voluntariados se pueden traducir como inclinaciones políticas específicas.
Sin embargo, y antes de continuar con esta opinión, definamos la “política”. Según Andrés Valdez en “Las relaciones públicas en las campañas electorales”, la política es una actividad humana que necesita de las relaciones entre grupos que se unen para un bien común, asegurando que no puede haber política sin relación. Esto hace del PR un actor absolutamente fundamental en las elecciones, tanto en marketing político, investigando y creando estrategias para mejorar la reputación de un candidato, y también, en el otro lado de la moneda, ejecutando acciones que velen por el respeto y la transparencia en la comunicación externa de las empresas.
Blindar la reputación de una empresa no significa siempre guardar silencio, sino , al contrario, implica el compromiso de estar bien informados sobre la actualidad nacional, construir una visión estratégica, escuchar el clima social y tener una comunicación alineada con los valores de la marca. Es preguntarse como compañía: ¿qué defendemos?, ¿qué no vamos a permitir?, ¿cuáles son nuestros límites?
Si bien en Colombia es común que muchas empresas financien campañas políticas, es esencial actuar bajo una premisa clara: el primer principio de la democracia es la libertad. En ese marco, la Responsabilidad Política Empresarial cobra relevancia como pilar para:
- Comunicar con coherencia los valores de la marca frente a contextos de cambio y nuevas regulaciones.
- Preservar y respetar la pluralidad de opiniones al interior de las organizaciones.
En época electoral, el silencio no siempre es prudente, y el ruido no siempre es efectivo. La reputación, como la democracia, se construye con principios, contexto y visión a largo plazo.